Bueno, bueno, bueno… a ver por donde empezar, hacía tanto que no me liaba a escribir, que ando un poco perdido. Diré que sorprendentemente, todo salió muy fácil y casi improvisado, parece que esa es la dinámica que se esta instalando en las salidas de este aguerrido grupo. Al final, vamos a tener que optar por no preparar las salidas y un par de días antes, pues nos ponemos a llamar a la banda y listo. Porque de hecho, así fue: Llamada a Toni ¿tienes algo que hacer el viernes? No ¿Pateamos por la sierra? Vale... y así a Jorge, a Jon, que además le necesitabamos como guía y ya eramos cuatro, más que suficiente para ir tomando contacto con la montaña, que empieza la temporada. Luego digo, voy a probar a ver si Juanmi, puede y mira, justo ese día se había pedido una P y uno más. El largo, que tenía un juicio, se lo anulan y otro que sumar y además se viene también Dani, primera vez suya y según dice, se va a apuntar siempre que pueda, además acompañado de "Uke", su canido, que de paso le hace compañía a nuestro "mejor amigo" habitual, "Odín", que también se venía. Así que en total, siete pateadores y dos perros, hacía tiempo que no llegábamos a una cifra tan buena, se habían alineado los planetas y ya pa´ rematar, sólo faltaba que nos quitasen los expedientes, pero joder, ya es pedir mucho ¿no? jajaja
La hora, la habitual ultimamente, ya sabeis, desde mi paternidad, a las 8:00 en el curro, de ahí, directos a Manzanares, la misma discusión de siempre, que si M-30, que si M-40, que si pitos, que si flautas, si total, os pido disculpas, desde que quedamos a esta hora siempre pillamos atasco, pero bueno, no se puede pedir todo.
Sobre las 09:15, creo, estábamos en Manzanares, a desayunar donde siempre y después de desayunar a ilusionarnos un poco y a echar la euromillones, que había bote, pero a estas alturas, ya os puedo decir, que seguimos siendo pobres y no podemos prender fuego las dependencias (de momento) ni mearnos en alguna mesa, pero todo llegará.
Total que entre unas cosas y otras, hasta las 10:30 no estábamos pateando, el punto de partida el aparcamiento de canto-cochinos y esta vez, como era tan tarde, pues no eramos los primeros, ya había algunos coches con gente preparándose para empezar a patear.
La ruta comienza en suave ascenso, por el camino conocido popularmente como la "autopista de la Pedriza", me imagino que el nombre le vendrá por como tiene que estar los fines de semana. En teoría, íbamos buscando el "chozo kindelan" (pinchar en el enlace si quereis más información), en teoría había que buscar un arbol que crece paralelo al suelo y ahí desviarse hacía la izquierda, lo que pasa que vete tú a fiar de como estará el árbol... de todas maneras, creo que avanzamos demasiado y nos debíamos desviar mucho antes, pero de todas maneras, queda pendiente para otro día, porque como se puede ver en las fotos, tiene buena pinta. Por cierto, Jon, llevabas razón, nada que ver con lo que decía yo, de los escaladores de Yosemite (los flipadillos "sube-paredes", echarle un ojo a este enlace).
Realmente, seguimos subiendo por la autopista de la Pedriza, dejando al otro lado del río, a la izquierda, el Refugio Giner de los Ríos. A partir de aquí, no sé exactamente por donde seguimos, como sabeis, la Pedriza, no es mi fuerte, pero me queda pendiente en mi agenda, ponerme las pilas, porque merece la pena. Puedes encontrar formaciones rocosas, preciosas, con sus peculiares formas que dan lugar a su nombre y que nos acompañaron a lo largo de la ruta.
A partir de aquí comenzamos una fuerte ascensión, dura, pero corta, aunque para primer contacto con la montaña, no estuvo mal, como dijimos algunos, para "abrir boca", aunque sea para coger oxigeno. La ascensión, nos llevó a un lugar que como bien nos dijo nuestro guía Jon, se le conoce como "cuatro-caminos" y no, no tiene metro. Por lo que he podido saber, es un auténtico cruce de caminos, por el que ascendíamos (1), el que podíamos seguir de frente (2) que es el PR-2, marcado con líneas blancas y amarillas, el que cogimos en primer lugar, a la izquierda (3), que nos hubiese llevado hasta el Risco del Puente o el Collado de la Ramera y en último lugar a la derecha (4), por el que fuimos, que nos lleva primero a la "Cabaña de Madera" y después a la de "Cristal"
Como ya he dicho anteriormente, después de avanzar un poco a la izquierda, volvimos sobre nuestros pasos y cogimos el que salía a la derecha desde "cuatro caminos" y cuando apenas llevábamos unos metros, nos cruzamos con el coleguita del Jon, un "pedrizero" de libro, una persona peculiar a camino entre montañero y punkie... y como no, era de Vallekas, si señor. Total, que después de saludarse a su manera y de ponerse un poco al día, el uno con el otro. Jon le comentó que andabamos buscando una cabañita y nuestro peculiar nuevo compañero, se sumo al grupo y nos acompañó hasta la praderita en la que se encuentra la llamada "cabaña de madera". Hemos de admitir que el colega del Jon, nos dió mucho juego, cayeron unas cuantas bromas, la verdad... es que además y sin ánimo de ofender, fruto de algún problemilla o enfermedad, llevaba el pelo como a "bocaos", medio calvo por algunas zonas y claro, nosotros que hacemos sangre de cualquier cosa, pues cayeron algunas risas.
Pero el cachondeo total vino cuando nos habló de Iñaki, como si fuese nuestro colega de toda la vida. Jon le preuntó por la "cabaña de cristal" y suelta el colega: ¡Ahí vive mi colega Iñaki! y se queda tan ancho... Jorge y yo, nos tuvimos que dar la vuelta y disimular con el Odín nuestras risas. Total, que el Iñaki éste, debe ser un medio "hippie-bohemio perriflautico", que por lo visto vive en la cabaña esa. Pero es que el colega del Jon, hablaba como si hubiese pagado la hipoteca el tío... de hecho, no nos quiso llevar hasta ella, porque a lo mejor le molestaba al Iñaki, que fueramos tantos... joder, pues que se saque unas pastas y unos tés por lo menos ¿no?.
Total, que como era el primer día de la temporada, ya habíamos tenido nuestro tramo duro de subida y además Jon andaba con un poco de prisa para la vuelta, pues decidimos que por hoy valía. Hicimos allí nuestro piscolabis, más relajado que otros días y tomando nuestro tiempo, coño, si hasta pusimos la ropa a secar el sudor, que algunos, si que sudamos. Andamos unos pocos a plan, así que tampoco hubo comida copiosa, mucho pavo, mucha fruta y poco más, además al Toni, se le olvidó la bota de vino (que no vuelva a pasar)... Lo único que animó un poco más la paradita técnica, fue la gorra que se plantó el Toni, que nos hizo mucha gracia, joder, parecía un ciclista de esos antiguos, cuando no era obligatorio el casco, pero claro, tenemos que entender que se le quema el cogote jajaja
Después de comer un poquito y con ganas de disfrutar un poco de la zona, decidimos subir, animados por Jon, que ya estaba arriba, a una zona rocosa, un poco escarpada, plagada de vías de escalada y que debía de tener unas vistas cojonudas... y así era. Nos acomodamos cada uno donde pudo y a disfrutar de las vistas y seguir riéndonos con lo que nos imaginábamos sobre Iñaki... y su negocio de peluquería... jajaja
Bueno, pues después de ver un poco el refu, (de la comu, de la pedri), nos fuimos para abajo, Toni y Dani, cruzaron el río y volvieron por la Autopista y los demás, incluidos los perros de éstos últimos, bajamos por una variante, un poco más abrupta, pero a la vez, más divertida. Pobrecitos, los perros, como buscaban a los dueños, pero tranquilos que cuidamos bien de ellos, hasta el aparacamiento. He de decir, que el Uke, es un poco cagón y le tuvimos que ayudar en alguna bajadita... y al que también teníamos que haber ayudado es al Largo, ¿como tienes el tobillo?... después de su grito ¡UUUUUAAAAAAAAARRRRRRGGGGGGGFFFFFFF!, ya típico en él, aunque esta vez algo más comedido que el de Gredos, finalmente pudo tranquilito continuar hasta abajo.
Bueno, una bajadita rapidita y a eso de las 14:00, después de cruzar el puente nos reencontramos con Toni y Dani y los más contentos los perros, bueno, más Uke, que el Odín, que es un poco más independiente.
Todos coincidimos en lo mismo, "poquita cosa", la verdad es que fisicamente se quedo en poco, ni siquiera estiramos y ahora que estoy escribiendo estas líneas, mis piernas no se estan acordando de la ruta, como suele ser habitual. Pero ha servido para juntarnos, picarnos, hablar de nuevas compras serranas (este año caen mis pantalones invernales) y sobre todo para que se sume uno más a nuestras andanzas: Dani, te esperamos en las siguientes... esperemos que no seas un topo mandado por "los de Arriba" jajaja.
Bueno, que después ya sabéis, unos cuantos rajaos a casita a cumplir con sus parientas y Juanmi, Jorge y yo, a aclimatarnos en el campo base, con el reconfortante zumo de cebada, que siempre sienta bien. Ciao... y nos vemos en la cumbre.