Bueno, hacía ya mucho tiempo que no me ponía a los mandos de este blog y la verdad es que se echaba de menos. Esta vez salió casi sin querer, sólo hizo falta una llamada el jueves y tanto Juanmi, como yo, ya teníamos en mente una cosa. De hecho, la conversación fue: -¿Hace el jueves maliciosa? y ya habíamos quedado para las 06:45... y es que la verdad es que había una cuenta pendiente, que por fin nos hemos cobrado.
Para empezar, voy a dar unos datos técnicos que aclararan algunas dudas.
Primero: la ascensión de hoy, la hemos hecho más o menos por la cara Noroeste, lo que pasa es que a partir del Collado del Piornal, empalma con la vertiente Norte que viene de Bola del Mundo. de ahí las confusiones con la brujula mental. jejeje
Segundo: el anterior intento, lo comenzamos en la cara Oeste, lo que pasa es que nos equivocamos y cogimos un desvio que desaconsejan en varias páginas webs consultadas y que nos dejó en la base del Peñotillo, catalogando esta parte como abrupta y de escalada. De ahí nuestra dificultad.
Tercero: realmente, al desvíarnos, empalmamos con la cara Sur, de ahí el titulo de la anterior entrada de este blog, es la más exigente de las subidas y en invierno tiene un gran valor alpinístico. Para haber completado esta cara sur, teníamos que haber seguido desviándonos hacía nuestra derecha desde donde hicimos el tentempié aquella vez y haber enfilado "a pino".
"Pinchar aquí para verlo más detallado"
Bueno tras esta información técnica, seguimos con nuestra ruta. Parece que cada vez cuesta más tirar pa´l monte, a ver si nos estamos empezando a rajar... espero que no... pero hay que ponerse las pilas. Total, que sólo fuimos Juanmi, Toni, el Jorgito y un servidor, los arriba filiados que se estaban hincando a las 08:00 de la mañana un desayuno "ole" en el bar de siempre en Manzanares, que nos hicimos 12 km. más con el coche, sólo por no cambiar de costumbres, manda pelotas... y es que la ruta de hoy comenzaba, cómo el intento en su día, desde el Parking frente al hotel la Barranca, situado a unos 1360 m. de altura.
Desde aquí y tras prepararnos, esta vez, sin tanta parafernalia, ya que el tiempo acompañaba (un sol de primavera, que más que guetres y crampones, lo que pedía era Crema Protectora), nos pusimos en marcha sin abandonar el camino ancho y esta vez sin cruzar la pasarela del embalse que se sitúa a nuestra derecha.
Para orientarnos, hicimos todos de guía, ya que la ruta la había sacado de internet, concretamente de una página llamada sistemacentral, y la verdad es que estaba explicado muy bien, aunque como no podía ser de otra manera (si no no seríamos Papa Lima Sierra) nos perdimos, en un momento de confusión, tras acabar la zona de Pinar, nos vimos rodeados de rocas enormes y matojos, que impedían ver cualquier camino, consultando nuevamente la ruta y sin hacer caso a Juanmi, que nos llevaba de nuevo al Peñotillo, finalmente encontramos el sendero, llamada senda de la Campanilla, que ahora sí, muy marcado, subía de manera vertiginosa hacía el collado que se nos mostraba sobre nuestras cabezas, sin dejar lugar a dudas sobre el camino a seguir.
Durante todo este camino, vamos junto al Regajo del Pez, que nos regala en plena época de deshielo en la que nos encontramos, bonitos e innumerables saltos de agua, ya desde aquí dejamos de ver la verdadera cima de Maliciosa y en todo momento lo que nos acompaña es el antes mencionado Peñotillo, que también es conocido precisamente por eso, como "falsa maliciosa" ya que desde este valle es nuestro principal punto de referencia y lleva lugar a error.
A eso de las 10:30, estábamos llegando al Collado del Piornal, finalizando de esa manera la parte más dura de la ruta, no en vano, fue en ella en la que Juanmi rompió, si habeis oído bien, cuando quedaban unos metros para el final de esta subida y después de habernos parado a hacer un pequeño tentempié y unas fotos, Toni, que se puso a la cabeza, empezó a marcar un ritmo endiablado, y Juanmi, picado, empezó a quedarse rezagado, primero le pasé yo, luego Jorge, que seguía a mi lado y en escasos metros, Juanmi llevaba una pájara, bueno más bien fue un buitre sobre su espalda...
Ya en el Collado, buscamos un viejo pluviómetro que se encuentra en esta pradera, realmente, no es necesario llegar hasta este punto, pero es bonito hacerse la foto de rigor junto a este destartalado pluviómetro, que nosotros nos preguntábamos, quien cojones subiría hasta aquí para hacer las lecturas de las lluvias producidas.
Desde este pluviómetro, se enlaza con la ruta Norte, que viene desde el alto de las Guarramillas (también conocido como Bola del Mundo), donde se pueden observar las extrañas antenas de Radio Televisión, con forma de cohete y que en la actualidad están prácticamente en desuso.
Pues bien, aunque parece que queda poco para la cima de Maliciosa, aún queda una subida no muy dura, que sin seguir ninguna ruta marcada salvo por algunos hitos, te va acercando de la manera más corta que cada uno entienda, hasta dicha cima. Todavía aquí, el Peñotillo, nos sigue engañando y de hecho Toni y yo nos acercamos hasta éste, para darnos cuenta de que aún no estábamos en la cumbre, que queda a unos metros hacia el Este.
Sobre las 11:15, estábamos en la Cumbre, con un tiempo espectacular y una posición geodésica, que nos permitió ver la Cruz de los Caídos, Gredos e incluso lo que creemos que son los Montes de Toledo, además de las cuatro moles que se han construido en la capital, a todo ello hay que sumarle toda la Cuerda Larga, Peñalara, Montón de Trigo y parte de la Pedriza.
Nos marcamos un señor desayuno-aperitivo, en el que no faltó esa bota de vino, que gran invento Tony, nos tiramos casi tres cuartos de hora, que dió tiempo hasta que se secase las camisetas al sol. Después de poner los dientes largos al Silvi a través del móvil, nos pusimos nuevamente en marcha, y como nos suele pasar, nos cruzamos con gente que subía al punto al que habíamos llegado casi una hora antes (hay que seguir así chicos, a quien madruga...), aunque aún nos queda un poco, para llegar al nivel de los máquinas, que nos cruzamos y que venían CORRIENDO desde Bola del Mundo y por consiguiente de Navacerrada o de más allá y que comenzaron a descender antes que nosotros.
Nunca pensé que iba a preferir subir antes que bajar, vaya bajadita, un dolor de tobillos y rodillas, la inclinación en ocasiones hacía imposible andar y tenías que correr con el consiguiente riesgo, si no que se lo pregunten a Toni, que siguiendo fiel a las costumbres de este grupo, pilló y se pegó un buen talegazo... perdón por las risas, venían motivadas más por el cansancio que por la ostia en sí.
Bueno, que un buen ritmo de bajada, hizo que nos pusieramos sobre la 13:00 en el coche, cuatro horitas en las que contando la parada tan larga que hicimos en la cumbre, bajamos un poco las marcas, de la mayoría de páginas webs, aunque si que es cierto que nos las pulverizamos como en ocasiones anteriores.
PD: dejo estas líneas con la intención de que la próxima vez, seamos muchos más, porrque además creo que a mí personalmente si me queda una ruta más es de milagro, aunque solo sea de momento y por motivos de fuerza mayor.




