INTENTO INVERNAL DE MALICIOSA (Cara Sur)

DISTANCIA: Imposible de determinar. TIEMPO EMPLEADO: 4:oo h. DESNIVEL ACUMULADO: Entre 900 y 1000 m.. PUNTO MÁXIMO DE ALTURA: A escasos metros del Peñotillo, que tiene 2123 m. Así que estaríamos entre 1900 y 2000 m.

OLE, OLE Y OOOLE

... y es que estareis de acuerdo conmigo, en que no hay mejor victoria que una retirada a tiempo. Como citó en su día el pintor C. Bernardo de Quirós: "Como la Madaleta en el Pirineo, la Maliciosa es en el Guadarrama, la Maldecida. Tierra de las más maltratadas de la sierra, dónde la roca, siempre desolada y desnuda, el tiempo afila y desgasta de continuo".

Ayer la Maliciosa nos ensenó su cara más desagradable, vientos muy fuertes, que levantaban la nieve recien caída y hacían insoportable el picor en la cara, hundidos en ocasiones hasta la cintura en la nieve polvo, placas de hielo en algunas zonas y en ocasiones niebla... menos mal que nuestro gran aliado el sol, no dejó de lucir, aunque a través de la neblina en toda la mañana.
A las 06:45 en el curro, como casi siempre, pero esta vez, todos con más ganas de hacer algo curisoso, todos con nuestros crampones y piolets, que "atrezzo", esta vez sí que sí. Y es que la de ayer fue una de esas rutas, de las que hacen plantearse las compras posteriores, creo que más de uno se va a comprar, descambiar o no volver a olvidar las polainas ¿o no?. El caso es que en un principio planeada la ascensión por la cara Este, el buen tiempo que nos acompañó hasta Manzanares El Real (por cierto buen sitio para desayunar), hizo que nos replantearamos la ruta y decidiéramos, la ascensión por la cara Sur. Claro, que quien nos iba a decir a nosotros, que durante toda la ascensión nos iba a acompañar un "microclima", que agüita... pero bueno, vamos por partes.



Sobre las 09:30, girábamos a la derecha en la carretera que va al Puerto de Navacerrada, en dirección al Hotel la Barranca y primera sorpresa ¡Cadenas!, pues sí, cadenas, si no nos quedábamos clavados en la nieve acumulada en la carretera, menos mal que somos unos hachas y en unos minutos estaban colocadas en los dos coches. Un poco después, con un frío de mil demonios, estábamos preparándonos en un recoveco del hotel, ajustando crampones, colocando guetres y piolets, arbigándonos orejas, cuello, las gafas de sol que no podían faltar, más que nada por el viento, porque el sol apenas molestaba. Total, que a eso de las 10:15, estábamos traspasando la valla, que separa el aparcamiento del pinar, donde comienza el ascenso y que cruza un río con un pequeño embalse.


Ya desde el inicio, la nieve nos llegaba hasta las rodillas, el caminar se hacía muy pesado y comenzaban a cargarse los gemelos, cudariceps y en general, todos los músculos del cuerpo... jejeje Tras atravesar el bosque de pinos, comienza la dura subida, entre matorrales y rocas que apenas se veían, por la nieve, buscando entre todos el siguiente hito (que seríamos sin ellos). al poco de tiempo de ascender, comenzamos a sentir lo que nos esperaba, el viento se hacía insoportable, te picaba la nieve en la cara y en ocasiones te costaba mantener la verticalidad. En ese momento, ya presajiábamos que iba a ser muy dificil hacer cumbre. En ocasiones, cuando la bruma la dejaba asomarse, la Maliciosa se mostraba en toda su plenitud, una gran mole de piedra cubierta por nieve, que se erguía sobre nuestras cabezas y a la que a pesar de ver tan cerca, iba a ser imposible alcanzar.

A medio camino, tras superar unos bloques de piedras, donde hicimos un pequeño alto, seguimos subiendo y la cosa se puso más fea aún si cabe, a partir de ahí además de todo lo dicho anteriormente, se sumó la pendiente que era mucho más pronunciada, teníamos que ayudarnos de los piolets para seguir progresando y el grupo empezó a hacer mucha goma, y entre los primeros y Panti y el Silvi, que cerraban el grupo, había una gran distancia. Fue en ese momento cuando estos dos últimos, comenzaron a plantearse el dar la vuelta. A todos nos jodía no poder alcanzar, pero viendo nuestras fuerzas ya mermadas y el tiempo que no mejoraba, decidimos avanzar un poco más, para buscar un poco de covijo en unas rocas y poder hacer un tenetempié. Fue aquí donde todos al unísono decidimos darnos la vuelta, como ya dijo Panti "La Maliciosa va a estar ahí dentro de quince días, un mes, o un año..." así que ya sabéis chicos, hay un reto pendiente.


El tentempié no os podéis imaginar donde lo hicimos, vamos que parecíamos cabras. No hay ninguna foto, del momento, porque el frío acumulado en el cuerpo y concentrado en los dedos, ni siquiera hizo que nos plantearamos sacar la cámara de fotos. Fue una cosa rápida, acompañada de los mocos que a todos nos llegaban casi hasta la boca, desde luego, yo no sé como se pueden fabricar tantos... Bueno, el caso es que en unos 15 minutos, estábamos nuevamente en marcha, pero esta vez descendiendo y desandando nuestras propias huellas. Por cierto, aquí nos cruzamos con dos montañeros, que habían seguido nuestra huella (así cualquiera jejeje) y que comentaron que iban a intentar hacer cumbre, no sé si lo conseguirían. El caso es que la bajada, se hizo mucho más agradable que la subida, aunque no exenta de caídas de todo tipo, vuelcos de tones, de campana, resbalones en hielo... poco antes de llegar al bosque, donde nos juntamos nuevamente todos, recuerdo que me giré y menos mal, que no intentamos coronar, ahora si que la niebla había cubierto por completo la Maliciosa y espero que los dos montañeros que nos cruzamos llegasen sanos y salvos a casa.


Bueno, que a partir de aquí ya la cosa facilita, salvo por unos momentos de perdida a uno y otro lado del río. Unos cuantos bolazos de nieve y en unos 10 minutos, estábamos cambiándonos de ropa y tomándonos, un café, chocolate o caldo en el hotel, donde hasta nos permitimos bromear con los calámbanos de hielo.


Esta vez no pudo ser... pero eso no quita que nos pasásemos por el campamento base y nos hincasemos unas cuantas bebidas energéticas llamadas Birras jejeje... pero eso ya es otra historia.

Bueno chicos, que un abrazo a todos y que no hay mejor manera para haber despedido el año montañero, el año que viene más y mejor... y nos vemos en la cumbre (o a escasos metros de ella)

PD: echamos de menos a uno de nuestros más aguerridos montañeros, que debido a su reciente paternidad no pudo venir, desde aquí mandamos un saludo a Nacho. Dile a Papi que te regale unos patuquitos con suela vibram y gore-tex.

PARTE DE PAPA LIMA SIERRA CAMBIA DE DEPORTE

Pues sí, hoy, dos integrantes de este selecto grupo de montañeros (que bien ha quedado jejeje), decidieron, dejar aparcados los crampones y las botas de montaña y deslizarse ladera abajo con la tabla de Snow Board en los pies, eso sí, no se olvidaron de sus orígenes, y estuvieron rodeados en todo momento de unas espectaculares montañas. Claro, que hubiera sido mejor que se hubieran visto, porque si te separabas cinco metros del compi ya lo habías perdido. ¡Madre Mía!, que niebla.

Bueno, que en esta entrada no me entretengo mucho, que además mañana hay que madrugar. Un saludo y nos vemos en la cumbre (de la Maliciosa)

PAPA LIMA SIERRA SE QUEDA EN CASA

Por motivos completamente ajenos a nuestra voluntad y debido al fuerte temporal que esta asolando el País, nos vemos en la obligación de suspender nuestra salida al Morezón.

¿Una meta un poco alta para nuestras posibilidades? - No, yo creo que no.

Nuestros dos emisarios, tras ponerse en contacto con el campamento base, nos informaron de que las condiciones en la Sierra de Gredos estaban imposibles. Tardaron unas 6 horas en recorrer un tramo que en condiciones normales, nuestras máquinas del grupo lo hubiesen hecho en apenas una hora, pero la ventisca, la niebla y la nieve que llegaba hasta la cintura, hacían muy dificil la progresión.

Además las previsiones meteorológicas no eran muy alagüeñas, con tormentas y nieve para mañana.

Así que gracias a nuestros enviados especiales para reconocer el terreno, nos hemos ahorrado el madrugón, pero os lo digo ya de antemano, no se puede acabar el año sin hacer una nueva salida, asi que habrá que buscar un hueco aunque no sea un jueves... Ya os iremos informando.
Un saludo y nos vemos en la cumbre...

ASCENSIÓN AL PEÑALARA (En invierno)

DISTANCIA: 14,3 kM. TIEMPO EMPLEADO: 4:30 h. DESNIVEL ACUMULADO: 920 m. de ascensión y los mismos de descenso. PUNTO MÁXIMO DE ALTURA: Cumbre de Peñalara 2430 m. Podemos decir, sin ningún género de dudas, que hemos tocado pelo... Si me equivoco que alguien me corrija. Quién nos iba a a decir, que apenas hace un mes, estábamos dando un paseito por el Camino Schmid y ayer, nos hicimos una de las rutas más dificiles de la Sierra madrileña. Para empezar, es el punto más alto de toda la Comunidad de Madrid 2433 metros. La verdad es que la ruta, de por sí, no es muy complicada, pero la cosa se complica en invierno, donde muchas páginas web, aconsejan, no realizarla completa o ni siquiera asomarse por allí, sin crampones o piolet, ya que en invierno, se considera una ruta muy compleja.

Pero bueno, vamos a ver como se desarrolló todo. La verdad es que la ruta que estaba planeada para hoy, era subir a La Maliciosa. Pero despues de desayunar en el pueblo de Navacerrada (por cierto, unas tostadas que supieron a poco), salimos en dirección a La Barranca, pero después de ver que no quedaba mucha nieve por la Maliciosa, nos pusimos con los coches en paralelo y al bajar la ventanilla, nuestro guía particular dijo: "¿y por qué no subimos a Pañalara?" y no hizo falta más, ya estabamos camino del puerto de Cotos.

A eso de las 09:30 estábamos empezando. Tras pasar una barrera de control, comenzamos a ascender por un camino ancho (utilizado anteriormente en la desmantelada estación de esquí de Valcotos). que después de pasar por el Club Alpino Español, va haciendo un fuerte zig-zag, que nos permite ir ganando altura rapidamente y en el que empezamos a ver los primeros neveros, en este punto de la ruta existe una bifurcación, que se dirige a la laguna de Peñalara, pero nosotros seguimos el de la izquierda, que indica "cumbres de Peñalara".

Tras seguir por este camino, cada vez pisando más nieve, comenzaremos a notar que los árboles van perdiendo altura y terminan por desaparecer, dejando paso a una hierba raquítica y dura que cada vez estaba más cubierta por la nieve, en poco más de una hora ya habíamos ganado unos 450 m. de desnivel y nos encontrábamos en la cima de la Hermana Menor. En este punto cogímos a un par de compañeros de Torrejón, que salieron casi media hora antes que nosotros. Desde este lugar se tiene unas inmejorables vistas del Circo de las Guarramillas, con Bola del Mundo como su máximo exponente. Tambien, de frente, se puede observar, la cresta que nos llevará primero a la hermana mayor y luego y de forma más pronunciada hasta la cumbre de Peñalara.

A partir de aquí el grupo se dividió, hasta llegar a un punto en la Hermana Mayor, en que había cuatro grupitos diferentes: Juanmi, Toni y Jorgito que empezaron a tirar delante (hasta que según dice la leyenda Toni rompio a Juanmi y subió como un tiro hacia la cumbre), Jon, que iba a su rollo, por el lado izquierdo de la cresta, el Largo y Tomi que se quedaron rezagados y yo, que me pare a ponerme los guetres y me costó Dios y ayuda volver a engancharme a este último grupo. Total, que aquí la nieve, como se te colase el pie, llegaba casi hasta las ingles, la ascensión fue dura y eso que nos motivaba ver, como tambien pasábamos a una pareja de montañeros que iban equipados hasta con crampones... Pues eso, que a eso de las 11:00 u 11:15, estábamos en la cima. Y la verdad, para unos "principiantes" (perdón al que piense que no lo es) como nosotros, llegar a la cima, después de seguir las huellas que dejaban el resto, mirando la cresta completamente nevada al levantar la cabeza, escuchando tu propia respiración entrecortada y conseguir llegar junto a tus compañeros, es una sensación grandiosa, con un simil y salvando las distancias, es nuestro primer ochomil (o como dijo el largo, para mí ha sido un diezmil, jejeje).

Después de hacernos las fotos, descendimos un poco, para hacer el tentempie y estudiar la zona de descenso, ya que si seguíamos hacia delante y había mucho hielo, los crampones serían imprescindibles y la peligrosidad muy elevada. A pesar de la nieve y en algunas zonas el hielo, decidimos enfrentarnos a ello.

Descendimos un poco por la vertiente norte, donde la nieve, era más alta y más blanda y en ocasiones, te podía cubrir casi hasta la cintura. Despues de un paso complicado, con una fuerte pendiente hacia el lado segoviano, es lo que se denomina el paso de Claveles, que te lleva al risco del mismo nombre. De ahí, al risco de los pájaros, desde donde se puede ver la laguna del mismo nombre y que nosotros pudimos observar completamente helada.
El descenso en esta parte es muy pronunciado y había que tener mucho cuidado de no pisar en zonas de hielo, si no que se lo digan al Largo, que vaya talegazo se pegó. Pero impresiona mucho, una vez abajo, observar el lugar por el que has descendido, un desnivel muy pronunciado.

A partir de aquí la ruta se suaviza, desde la laguna de los pájaros, se va hacía la derecha, donde ya no hacen falta los guetres y se vuelve a ver vegetación y en nuestro caso guiris. Tras una zona de semi-perdida (imprescindible en nuestras rutas), dimos con una pequeña senda, muy marcada, desde donde se pudo observar la laguna de Peñalara, lugar al que no fuimos (hay que ver lo que tiran las cervezas) y desde donde empalmamos con un camino mucho más ancho y marcado, que nos condujo, hasta el punto del que hable antes, donde había el cartel de bifurcación entre la laguna y las cumbres, de ahí, tranquilamente por la pista ancha, hasta dar de nuevo con los coches. Nos cambiamos de ropita y directos a la cruz blanca. Lo demás ya lo sabeis, tres o cuatro cañas, Wey ponnos unos pinchitos y medio guindas...

PD: Ya sabeis chicos, la proxima salida es de dos días, aún por decidir completamente, pero lo más seguro que vamos a sobar en el refugio del Pozo de las Nieves, en el tiemblo y cambiamos de guia (ponte las pilas Panti)

ASCENSIÓN AL YELMO

DISTANCIA: Aprox. 12 Km. (sin contar la subida a la cima) TIEMPO EMPLEADO: 4:00 h. DENIVEL ACUMULADO: 753 m. de subida y los mismos de bajada.PUNTO MÁXIMO DE ALTURA: Cumbre del Yelmo 1717 m.

Pues parece ser que esto va tomando forma… En este caso la cosa fue más rodada.

Preguntas del tipo: - Bueno qué, ¿vamos a ir a algún sitio esta semana? o ¿Repetimos lo de la semana pasada?. Así que, como no podía ser de otra manera, ya estábamos planeando nuestra segunda salida a la sierra.

En un principio nos apuntamos más, aunque por algún asuntillo familiar y una asistencia judicial, nos volvimos a quedar cinco. Pero, eso sí, parece que la cosa va cogiendo forma, porque de los de la primera salida sólo repetimos dos y eso sólo puede significar una cosa: que hay más gente dispuesta a que esto continúe. Además, ya hemos abierto campo a gente de otro turno, un buen fichaje, por cierto, viene de la tarde y fue nuestro guía en esta ocasión.

La opción elegida fue la ascensión al Yelmo, en la Pedriza. El día, el miercoles 4 de Noviembre, justo quince días después de la anterior. Yo la verdad, no controlo mucho la Pedriza, así que me procuré empollarme bien la ruta, aunque finalmente no fue necesario, porque como he dicho anteriormente, nuestro guía se bastó el solito.

En este caso la hora de quedada, con el fin de evitar atascos y terminar de “joder” a los dormilones, fueron las 06:45 en el curro. Con eso, evitamos, en parte (y solo en parte) el atasco y sobre las 08:30, nos pudimos permitir el lujo de desayunar en Manzanares el Real. Total que a eso de las 9, estábamos comenzando la ruta.

El punto de partida es el aparcamiento de Canto Cochinos, que para quien no lo sepa, su acceso está limitado a 500 vehículos, con el fin de no masificar la zona. Entre semana no suele haber problemas, pero algún fin de semana si no eres previsor, te tocará subir a pie desde Manzanares. Después de pasar por un puente, por encima del Rio Manzanares, cruzamos otro arroyo más chiquitito, creo que se llama Arroyo de la Majadilla, donde vas a dar a parar a un cartel, que te indica la dirección del Refugio Giner de los Ríos, nosotros, tras cruzar ese camino, comenzamos una dura ascensión, en la que a pesar de los pocos grados de temperatura que debía haber, a alguno le faltó quedarse en pelotas. De hecho, a más de uno, no se le olvida la ruta de hoy (… y la teoría de las tres capas jejeje).

Después de pasar por zonas entre matorrales, desniveles en los que había que ayudarse con las manos y ver a más de una cabra (que a esas si que no les cuesta trabajo subir), a eso de las 10:00, estábamos en la pradera del Yelmo, desde dónde se divisa la cara sur del mismo. Como podéis comprobar, el ritmo fue muy fuerte, tened en cuenta, que la mayoría de las rutas, cuentan en este punto con al menos dos horas, para que os hagáis una idea el desnivel alcanzado desde el parking a la Pradera del Yelmo, es de más 750 m.

Una vez en la pradera, sopesamos la posibilidad de subir a la cima del Yelmo por su cara norte y la verdad, no fue difícil decidirnos. Sobre las 10:30, estábamos en la base de la cara norte, afrontando de la mejor manera posible, la ascensión. Para una primera parte, cada uno busco la mejor manera, de hecho, entre los cinco, subimos por tres zonas diferentes, una vez juntos, y tras pasar bastantes apuros, nos colocamos en una zona, en la que hay que acceder por una chimenea. La dificultad radica en la estrechez de la misma, que lo hace pasar muy mal a las personas más voluminosas. La técnica a utilizar es la normal en los pasos de chimenea, haciendo presión en las paredes laterales, con manos y pies e ir superando los obstáculos naturales. Tras una primera parte muy complicada, la chimenea se ensancha algo, aunque ésta crece en altura, sitúandonos ahora bajo dos enormes paredes verticales. Una vez superada la chimenea, la imponencia de las vistas parece que te desorienta, giramos un poco a la derecha y tras pasar por varias rocas tumbadas, llegamos a la cima del Yelmo.

Eran las 11:00, cuando estábamos haciéndonos la foto de rigor en la cima. Tras descender nuevamente y no de manera más fácil por la chimenea, recogimos las mochilas que habíamos dejado abajo e hicimos un tentempie en la base de la cara norte. Posteriormente, decidimos como bajar, descartamos volver por el mismo sitio y no pensamos tampoco en buscar la zona de la Autopista de la Pedriza, que lleva hasta el refugio. Así que buscamos el paso natural y descendimos de manera vertiginosa por la canal. En este tramo, tuvimos que aportar todos de nuestra parte e ir buscando nuestros amigos los hitos de buen camino, que seguro que coloca algún Hippie, medio fumao y de los cuales nos fiamos. Destrepes, saltos de arroyos, “cabañas improvisadas”, zarzas… y a eso de las 12:30, dabamos con una ruta muy marcada y más trotada, desde donde se divisaba a varios escaladores en las paredes de la Pedriza y donde esta vez, sí que sí, echamos a correr, como si de un Raid de montaña se tratara descendimos, calculo yo, los últimos 500 u 800 metros. Y es que esta vez era necesario, ya que nuestro nuevo fichaje, tenía que entrar a las 14:00 a currar.

Estabamos montándonos en los coches, ya cambiaditos de ropa a las 13:00, es decir una ruta que todas las páginas web, la ponen en más de 4 horas, sin ascender al Yelmo (es decir, solo hasta la pradera), la habíamos hecho en ese tiempo, subiendo al Yelmo y quedándonos una media hora entre las fotos de la cima, el piti y el tentempie. ¿No está mal no?

En este caso, para el anecdotario de los que asistieron, se quedan las maravillosas vistas desde la cima, las caras de apuro en la zona de la chimenea, el ostión del Juanmi y por supuesto, las cañas y el mus que nos marcamos en la Cruz Blanca.

PD: Debido a la incorporación de nuestro nuevo fichaje, que empieza a librar los jueves, hemos decidido cambiar el día de salidas, por éste. Y por cierto, me han llegado a mis oídos que hay más gente que se quiere ir apuntando y ya estamos poniendo las miras más altas. ¿Qué será lo próximo?

CAMINO SCHMID

DISTANCIA: Aprox. 12 Km. TIEMPO EMPLEADO: 3:30 h. DESNIVEL ACUMULADO: unos 100 m de ascenso y 720 m de descenso (ya que no se trata de una ruta circular) PUNTO MÁXIMO DE ALTURA: Collado Ventoso 1896 m.

El miércoles día 22 de octubre fue un día de esos, de los de antes. Una buena ruta por la montaña… ¿acaso, hay algo mejor?... pues seguramente que sí, pero hemos de admitir que no está nada mal.

Todo surgió de repente, de hecho, creo que fue por un comentario suelto que le hice al “Largo“. Y que, quién es el largo y quién soy yo, pues eso, creo que no importa mucho, porque probablemente quien lea este blog (que no serán muchos), ya nos conocerá más que de sobra…

Pues eso, que lo que empezó como una cosa así suelta, cuando le dije al largo que me iba a subir a la sierra, aunque fuese solo (es que tenía mono), él dijo: - ¡Pues yo me apunto!

Total, que lo que en principio iba a ser un par de colegas, que van a dar un paseo por la sierra, se convirtió en una buena salida, de cinco compañeros con ganas de pasar un buen rato y de paso, hacer un poco de ejercicio, que a alguno nos viene muy bien.

Yo hice de guía, tuve que recordar mis años mozos, pero creo, (corregirme si me equivoco) que me defendí. Bueno, salvando un pequeño tramo en que si no llega a ser por los hitos de buen camino, no sé que hubiera sido de nosotros jejeje.

Bueno, el caso es que por culpa de un atasco y de un par de dormilones, llegamos al puerto de Navacerrada a eso de las 11 de la mañana, (un poco tarde para mi gusto) y estuvimos a punto de pedir unas cartas en el bar “Dos Castillas” y quedarnos a echar un buen mus, y es que fue el primer día de un temporal que posteriormente, ha cubierto de nieve por completo el Puerto. Quien nos lo iba a decir, para un día que salimos a la sierra y nos pilla la primera nevada del año.

El caso, es que no se quién, después de ver a un montañero de esos “curraos” que tiraba para arriba y le daba igual la nieve, dijo: - Bueno qué, andamos o qué. Y casi sin darnos cuenta, estábamos comenzando el “Camino Schmid”. Sí, estamos de acuerdo en que no es el Everest, ni siquiera se acerca mínimamente al Aneto, pero joder, para empezar, no está mal ¿no?. Además con la nieve que nos calló, la ruta se convirtió en algo más que un mero paseo por la sierra.

Después de llegar al “Collado ventoso”, donde nos hicimos unas buenas fotos, fue el momento más peliagudo de la ruta, un poco de perdida, hasta que finalmente volvimos a ver los dichosos puntos amarillos. Enseguida llegamos al “Puerto de la Fuenfría”, donde comenzamos a descender y la nieve que nos había acompañado durante toda la ruta, comenzó a convertirse, primero en agua-nieve, y finalmente en una lluvia intensa. Atajamos por una de las rutas que desciende de forma más vertiginosa,una de tantas y tantas trialeras de Cercedilla, señalizada con puntos amarillos y que hace las delicias de los “bikers” más cañeros.

Tras empalmar nuevamente con el camino de la república, enseguida llegamos al “aparcamiento de Majavilán”, donde pronto cogimos la carretera que llega a Cercedilla, y donde, nos faltó muy poco para salir a correr, ya que el ritmo que llevamos, fue muy elevado. Una vez en Cercedilla, nos apretamos una buena comida (la descripción se queda para los que fuimos) y nos montamos en el Funicular que sube nuevamente al puerto de Navacerrada, por cierto, en el cual, digamos, que entramos con alguna ayuda extra y ahorrándonos unos eurillos.

Para el anecdotario de los que no se perdieron la salida, se queda, como he dicho anteriormente: la comida, las botas que se deshacían de uno de los caminantes o las chicas que encontramos cuando llegamos nuevamente al Puerto.

Bueno, me despido de momento, esperando que estas líneas no se queden en una mera anécdota y que esta sea la primera de muchas.